• Consiste en la incrustación de pequeñas piezas de cuarzo blanco (chinas) sobre el barro húmedo o recién oreado.
• Son habituales los acabados con figuras estrelladas geométricas o florales.
Pervive en la localidad alentejana de Nisa y en la extremeña de Ceclavín.
Antiguamente esta técnica se desarrolló también en las localidades portuguesas de Estremoz, Montalvao y Cacheiro y en las españolas de Monte Hermoso, Zarza la Mayor, Torrejoncillo y Plasencia.
Tradicional mente se usaban para contener agua y como elementos de ajuar, pero en la actualidad sólo tienen una función decorativa.
(Alfarería enchinada)