La relación de Extremadura con el corcho, se remonta a siglos de antigüedad, igual que tapar el vino con corcho. Gracias a “la saca “, que es cuando se descorchan los alcornoques, se mantienen vivos muchos de los alcornocales que nos rodean. La saca de corcho, hoy en día supone el mejor rendimiento económico de la dehesa de alcornoques, único árbol del mundo que produce corcho. Es un proceso sostenible 100%, en el que no hay que talar el árbol para poder obtener el corcho. Se hace de manera artesanal por manos expertas y no se daña el árbol, de hecho hay alcornoques que superan los 500 años de antigüedad y se le sigue sacando el corcho.
Desde siempre se ha sacado el corcho para poder obtener un tapón natural y tapar los mejores vinos, todo lo que no sirva para este fin, se destina a otros usos, siendo el tapón de aglomerado el segundo en cifras que más se elabora, pero no olvidemos, el corcho como aislante en la construcción, como decoración para suelos y paredes, artesanía, ropa, bolsos, incluso los coches de fórmula 1 y los cohetes espaciales llevan algún componente de corcho, gracias a una de sus muchas propiedades y es que además de impermeable, flexible e incorruptible, es también ignífugo.
En Extremadura la mayor concentración de fábricas dedicadas a la transformación de corcho, la encontramos en San Vicente de Alcántara, que ostenta el título de Ciudad del Corcho, de hecho el 90% del tapón nacional sale de esta localidad. Se fabrican tapones de corcho natural y de corcho aglomerado, que son exportados a cualquier parte del mundo, Francia, Alemania, Italia, Chile, EEUU e incluso China. También se preparan el corcho en plancha y se hacen los discos de corcho natural que complementan a algunos tapones de aglomerado para vino y por supuesto a los tapones de cava, champaña y sidra que todos conocemos, los cuales, su cuerpo está hecho de corcho aglomerado y lo que está en contacto con el líquido son dos discos de corcho natural.
Extremadura produce entre 20 y 23 millones de toneladas corcho al año y a las fábricas de San Vicente de Alcántara llega corcho, no solo de Extremadura o de otras regiones españolas sino que llega de cualquiera de los 9 países productores de corcho, como Francia, Marruecos, Italia, Portugal, etc. Aunque la mejor calidad de corcho de todo el mundo, está en la Sierra de San Pedro, en Extremadura y comarca a la que pertenece San Vicente de Alcántara. Esta Sierra es uno de los mejores exponentes del bosque alcornocal, en ella viven más de 400 especies entre animales y vegetales y siendo refugio de muchas especies en peligro de extinción.
Extremadura y el corcho forman un maridaje excepcional, tenemos y protegemos, con la saca, el bosque alcornocal y además es uno de los productos embajadores de nuestra tierra, olvidada y desconocida por muchos. Así que cuando descorches una botella y te embriague el olor del caldo, recuerda que ese humilde tapón de corcho que ha permitido que degustes ese vino, ha salido del alcornocal, el bosque con mayor biodiversidad de Europa, que posiblemente se haya fabricado en Extremadura y que con la utilización y consumo de productos de corcho, estás contribuyendo no solo a la conservación de estos bosques, sino también a mantener la población rural gracias al trabajo que generan las empresas corcheras, a mantener oficios artesanales como la saca y por supuesto a los artesanos que con transforman este gran producto en magníficas piezas no solo de decoración sino también de diseño y usos varios, como bolsos, carpetas, monederos, paraguas, relojes, pulseras, zapatos, etc, etc.
(Corcho por Naturaleza)