La madera de olivo es considerada una de las más bellas y resistentes. De color ocre verdoso con vetas pardas muy irregulares formando dibujos muy característicos. Tiene un tacto sedoso, gran dureza, durabilidad, homogeneidad y cierta plasticidad, si su secado no es excesivo, por lo que se usa para fabricar mangos de hachas y azadas.
La madera de olivo se seca lentamente y tiene una cierta tendencia a agrietarse y fisurarse. Es robusta y resistente a la abrasión. Es difícil de aserrar, aunque se trabaja bien, obteniendo acabados muy lisos y pulidos, admitiendo bien los tintes. La elaboración de materiales de olivo es muy limitada debido a la dificultad de su manipulación por diversos factores como su dureza, veteado, secado…
La madera de olivo tiene una absorción casi nula, haciéndola resistentes a los olores, por lo que es perfectamente válida para su uso en utensilios de cocina. De esta manera podemos encontrar cucharas, morteros, tablas, platos de madera de olivo como objetos artesanales más habituales realizados con olivo.
Los artesanos conforman un grupo de personas con especialización técnica y cierta automatización dentro de un grupo humano en el que predominan las tareas agrícolas. Estos artesanos eran, normalmente, dueños de los productos y de los medios de producción y se solían ayudar por aprendices que se iniciaban en el oficio. Los productos que se elaboraban eran habitualmente caros, en gran medida debido a la mano de obra y al tiempo necesario para su fabricación. Con la llegada de la revolución industrial, los gremios de artesanos se redujeron en gran medida dado el abaratamiento de los costes de producción propiciado por la industria.
Los artesanos se han mantenido vinculados al ámbito rural y agrícola y han mantenido su prestigio y la calidad de sus obras, aportando la distinción y exclusividad que difícilmente puede encontrarse en un producto elaborado de forma industrial.
La producción de piezas de madera de Olivo se ha mantenido de forma artesanal debido a las características de la materia prima y al tiempo y dedicación que requiere su trabajo. No obstante, de cada vez se ve más en ferias, mercados y tiendas la presencia de estos productos artesanos, hechos a mano por familias que continúan la tradición de este arte tan genuino.
La elaboración de una pieza artesanal de madera de olivo requiere una preparación antes de la labor del artesano de la madera, entre estas tareas podemos destacar: Tala: Se realiza al finalizar la campaña de aceituna y consiste en cortar al olivo las ramas improductivas o molestas para la recolección de la aceituna. Selección de las ramas más adecuadas, por tamaño ayudándose del hacha, tras realizar la tala. Secado: Enterrado y desenterrado de las ramas seleccionadas para la pieza. Esta labor puede alargarse incluso un año.
Seca la madera, se procede a la elaboración de la pieza o el mueble. La madera de olivo no permite fabricar muebles grandes o con piezas grandes, pues el árbol no proporciona tablones, ni el pegado de las tablas por su canto es duradero. Se procede entonces a las labores de aserrado, cepillado, trazado de contorno, recorte y redondeado de los traseros, agujerado, lijado, torneado, montaje y por último, barnizado.
(Esencia de olivo)