El Belén de Salzillo
En esa época es cuando aparece Francisco Salzillo, hijo de un artesano napolitano, quien se convertiría en uno de los mejores escultores españoles. El belén de Salzillo, uno de los más importantes del mundo, se lo encargó Jesualdo Riquelme en 1783 y está compuesto por 556 personajes y 372 animales, además de algunas maquetas de edificios.
Los tamaños de las figuras varían de 10 a 30 cm., y las escenas combinan interpretaciones de textos bíblicos con pasajes más populares y cotidianos, que representan el ambiente y tradiciones típicas murcianas de la época.
A partir del siglo XVIII, la tradición belenística se extiende hacia un importante número de artesanos, teniendo en Murcia su máxima representación nacional, cuyos talleres artesanales especializados en belenes han pervivido hasta hoy.
Hay datos que demuestran que, en la Región de Murcia, se conoce el belenismo con mucha antelación a este momento de gran auge mundial.
La orden creada por Santa Clara, aventajada discípula de San Francisco de Asís, extendió por todos los conventos imágenes y representaciones del Nacimiento, como ha sido el caso de las clarisas de Mula, que contaban con una importante colección de figuras del Niño Jesús, muchas de ellas consideradas verdaderas joyas artesanales, pero todas desaparecidas durante la guerra civil.
Más específicamente, ha sido desde finales del siglo pasado y comienzos de éste cuando abundantes talleres artesanos de belenes han proliferado por toda la Región de Murcia.
Algunos más importantes que otros, a veces combinaban la elaboración de belenes con otras imágenes o juguetes de cartón para poder vender también fuera de la época navideña.
(Región de Murcia)