El escarpado emplazamiento de la pequeña localidad de Rello, a más de 1.000 metros de altitud sobre el río Escalote, confiere una peculiar estampa a este pueblo, verdadero tesoro medieval en una de las comarcas más despobladas de Soria.
El escarpado emplazamiento de la pequeña localidad de Rello, a más de 1.000 metros de altitud sobre el río Escalote, confiere una peculiar estampa a este pueblo, verdadero tesoro medieval en una de las comarcas más despobladas de Soria.
El recinto amurallado se ciñe al perímetro del cerro, protegido por unos cortados que eran su mejor defensa en la antigüedad. Durante la ocupación árabe fue un destacado centro de comunicación en la orilla sur del Duero, entre las fortalezas de Gormaz y Caracena. De aquella época conserva buena parte de sus almenas y las ruinas de una muralla que baja hasta el río y protegía el abastecimiento de agua durante los asedios. El castillo, posterior, fue levantado en el siglo XV y mantiene en pie la torre del homenaje.
El acceso a la villa se hace por dos puertas de la muralla, una de ellas directamente sobre la plaza, en la que se puede ver la curiosa picota metálica, que es en realidad una bombarda del siglo XVI. Una tranquila calle recorre el pueblo hasta la iglesia parroquial de la Anunciación.
(Pequeños pueblos medievales)