Abierto hacia el desfiladero de La Hermida, el mirador de Santa Catalina, en el municipio de Peñarrubia, está considerado uno de los mejores de Cantabria: se construyó en 1999 en lo más alto del monte homónimo, en voladizo, de manera que bajo los pies del visitante hay más de 1.000 metros de caída hasta el río Deva. Los Picos de Europa asoman como telón de fondo. Junto a él perviven las ruinas de una torre defensiva de la Edad Media conocida como La Bolera de los Moros. Para llegar hay que tomar una carretera, habilitada ex profeso, que atraviesa un bosque y deja atrás la ermita de Santa Catalina.
(El País)
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