La puesta de sol congrega a viajeros y turistas en el Mirador Sa Foradada, entre la cala de Deiá y el caló de S'Estaca, en la costa oeste de Mallorca, inmerso en el paisaje espectacular de la Sierra de la Tramuntana y con vistas a un curioso (y conocido) accidente geográfico de la isla: una pequeña península que se adentra en el mar, con la roca agujereada (foradada) que le da nombre en su parte final, y que ha servido de inspiración a viajeros y artistas.
Es un clásico asomarse a este balcón para hacerse un selfie o disfrutar de la postal desde la terraza del restaurante Na Foradada (naforadada.es).
(El País)
Es un clásico asomarse a este balcón para hacerse un selfie o disfrutar de la postal desde la terraza del restaurante Na Foradada (naforadada.es).
(El País)