En Torrecilla en Cameros hay una protagonista clara: el agua. En forma de río Iregua cruzando el pueblo y obligando a construir pasos tan icónicos como el puente medieval. En forma de chorrillo de agua en las fuentes que riegan su casco urbano o en forma de charco subterráneo en su famosa cueva Lóbrega.
Una vez secados, la visita conduce a sus diferentes ermitas, al palacio del Conde Superunda y hasta el majestuoso mirador, desde donde se controla la comarca.
Una vez secados, la visita conduce a sus diferentes ermitas, al palacio del Conde Superunda y hasta el majestuoso mirador, desde donde se controla la comarca.
(Traveler)