El mercado de San Antonio es uno de los más grandes de Barcelona (12100 m²), ya que, de hecho, contiene tres mercados en uno: el alimenticio, los Encants y el Dominical.
El interior del mercado está dedicado (de lunes a viernes) a comercios de alimentación, donde se pueden encontrar todo tipo de productos frescos: aves de corral, caza y huevos, charcutería y embutidos, carnes, frutas y verduras, legumbres y cereales, pescado fresco y mariscos, salazones y conservas, etc.
En el perímetro exterior, bajo los soportales protegidos por la marquesina de hierro, se dedica a la venta de productos no alimenticios. Durante 4 días a la semana tiene lugar el Mercat dels Encants, dedicado a la ropa y confección. Debe sus orígenes a los puestos que, a finales del siglo XIX, vendían productos textiles en la avenida del Paral·lel y que a principios del XX se trasladaron cerca del Mercado de Sant Antoni. Hay puestos de ropa del hogar, bolsos, bisutería, zapatería, óptica, mercería, corsetería, ropa de mujer, hombre y niños.
Los domingos (también en el exterior) tiene lugar el Mercat Dominical del Llibre, un mercadillo especializado en libros (viejos y de ocasión), cómics, revistas, postales y videojuegos. También se pueden encontrar minerales, monedas y sellos. La gente suele ir no solo a comprar, sino también a cambiar cosas. Es un sitio muy interesante aunque hay que tener cuidado con los carteristas.
Los orígenes del Mercat de Sant Antoni se deben a un mercado al aire libre situado delante de la puerta de Sant Antoni de la antigua muralla de la ciudad, en un lugar muy transitado y propicio para el comercio. Fue esbozado por Ildefóns Cerdá, justo cuando se trazaba el Plan del Eixample de Barcelona, y proyectado por el arquitecto municipal Antoni Rovira i Trias.
Arquitectónicamente, el mercado de Sant Antoni es un edificio modernista incluido en el Catálogo de Patrimonio Histórico-Artístico de Barcelona. Tiene una estructura de hierro formada por cuatro grandes brazos dispuestos en forma de cruz que convergen en una gran cúpula octogonal de 28 metros de altura soportada por 8 grandes columnas de hierro. Entre los brazos se forman cuatro patios, en los cuales hay sendas entradas hacia el cuerpo central octogonal. En cada una de las fachadas hay una gran vidriera en forma de arco, que permite la entrada de luz natural al interior.
El mercado queda rodeado por una marquesina metálica que recorre todo el perímetro de la manzana, donde se instalan los puestos de los Encants y del Dominical.
El mercado se encuentra en proceso de rehabilitación integral desde el año 2007. Además de su total remodelación y modernización, se está construyendo un aparcamiento subterráneo y un centro de interpretación arqueológica, ya que bajo el mercado se han hallado restos de la muralla medieval de la ciudad. Hasta que finalicen las obras, el mercado se sigue celebrando en una carpa provisional anexa
Lala
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