Los peregrinos del Camino Francés hacen desde hace siglos parada obligatoria en este pueblo de Lugo. Es la puerta de entrada a Galicia, lugar de descanso tras el fatigoso esfuerzo de atravesar el monte. Es también el lugar donde se produjo el milagro del Santo Grial y uno de los pocos de Galicia que ha conservado las pallozas, las viviendas prerrománicas.
(Hola)