Entre el Burger King de Santa María de la Cabeza y el Mc Donald de Atocha, enfrente de la estación, tenemos "El Brillante", famoso por hacer el mejor bocadillo de calamares de Madrid.
Eso al menos es lo que dice el cartel y yo no lo voy a discutir pues sí que es verdad que son tiernos, tienen el rebozado justo y lo principal, buen sabor.
Como todos los lugares que adquieren fama hay gente que dice que no son para tanto, que los hay mejores, que es demasiado caro...
He leído por ahí que otro de los mejores es el Bar Postas, en la calle del mismo nombre, la que va desde Sol a la plaza Mayor. Aquí habré entrado un par de veces, lo típico que no vas aposta pero como te pilla de camino y el olorcillo te llama haces una parada a por un tentempié; corroboro lo leído, muy buenos y a buen precio.
Volviendo a el Brillante, como siempre, un poquito de historia.
Alfredo Rodriguez Villa llega a Madrid con una maleta de madera atada con una cuerda como hemos visto en tantas películas a Alfredo Landa. Era huérfano de un tratante leonés al que acompañaba de muy niño en sus viajes, ayudándole y aprendiendo de sus consejos.
Sin nada más que muchas ganas de trabajar empieza a hacerlo donde va encontrando. Pasa la guerra en la capital. Y ya en los años cuarenta con solo 21 años le hacen encargado del bar "La joya".
Más tarde, en los años cincuenta, pide un préstamo para abrir su propio local en la calle Eloy Gonzalo, nace entonces el primer Brillante. Una década más tarde abriría este de la glorieta de Carlos V.
Ahora es su hijo el que continúa con el negocio que cuenta como poco antes de morir en 1991 el fundador le dijo que entendería que no quisiera seguir con el trabajo puesto que era sacrificado y duro pero que si lo hacía seguramente vería ampliado su capital y ante cualquier adversidad solo tendría que pensar en él para superarla. Le ofrecieron varios millones por el local con los que podría haberse jubilado sin problemas pero ha preferido continuar con lo que su padre empezó. Le recuerda con emoción y no olvida el mejor consejo que le dio: "El cumplimiento de la palabra es fundamental. Hay que ser leal, honesto y honrado".
Actualmente, aparte de calamares, tenemos todo tipo de raciones: sepia, ensaladilla, empanada gallega, lacón, queso manchego.... hasta pizzas!
Conclusión: 2 bocatas y 2 bebidas 16,50 €, si prefieres ahorrarte dos o tres euros ve a por las hamburguesas...
(Madrid recóndito)
Eso al menos es lo que dice el cartel y yo no lo voy a discutir pues sí que es verdad que son tiernos, tienen el rebozado justo y lo principal, buen sabor.
Como todos los lugares que adquieren fama hay gente que dice que no son para tanto, que los hay mejores, que es demasiado caro...
He leído por ahí que otro de los mejores es el Bar Postas, en la calle del mismo nombre, la que va desde Sol a la plaza Mayor. Aquí habré entrado un par de veces, lo típico que no vas aposta pero como te pilla de camino y el olorcillo te llama haces una parada a por un tentempié; corroboro lo leído, muy buenos y a buen precio.
Volviendo a el Brillante, como siempre, un poquito de historia.
Alfredo Rodriguez Villa llega a Madrid con una maleta de madera atada con una cuerda como hemos visto en tantas películas a Alfredo Landa. Era huérfano de un tratante leonés al que acompañaba de muy niño en sus viajes, ayudándole y aprendiendo de sus consejos.
Sin nada más que muchas ganas de trabajar empieza a hacerlo donde va encontrando. Pasa la guerra en la capital. Y ya en los años cuarenta con solo 21 años le hacen encargado del bar "La joya".
Más tarde, en los años cincuenta, pide un préstamo para abrir su propio local en la calle Eloy Gonzalo, nace entonces el primer Brillante. Una década más tarde abriría este de la glorieta de Carlos V.
Ahora es su hijo el que continúa con el negocio que cuenta como poco antes de morir en 1991 el fundador le dijo que entendería que no quisiera seguir con el trabajo puesto que era sacrificado y duro pero que si lo hacía seguramente vería ampliado su capital y ante cualquier adversidad solo tendría que pensar en él para superarla. Le ofrecieron varios millones por el local con los que podría haberse jubilado sin problemas pero ha preferido continuar con lo que su padre empezó. Le recuerda con emoción y no olvida el mejor consejo que le dio: "El cumplimiento de la palabra es fundamental. Hay que ser leal, honesto y honrado".
Actualmente, aparte de calamares, tenemos todo tipo de raciones: sepia, ensaladilla, empanada gallega, lacón, queso manchego.... hasta pizzas!
Conclusión: 2 bocatas y 2 bebidas 16,50 €, si prefieres ahorrarte dos o tres euros ve a por las hamburguesas...
(Madrid recóndito)