El carnaval fue hasta la Guerra Civil española una de las fiestas más populares y de mayor raigambre del valle del Jiloca. La prohibición posterior y la fuerte emigración de la gente del campo a la ciudad provocaron la desaparición de esta fiesta en casi todas las localidades. En el año 2003 la Asociación Cultural Zarragones de la localidad de Luco de Jiloca decidió recuperar los antiguos carnavales y los personajes tradicionales: zarragones (representativos del significado alegre de la vida), diablos (personajes tristes y siniestros) y madamas (versión femenina del carnaval de Luco). Zarragones y diablos se dedican los días de carnaval a perseguir por las calles del municipio a todos los vecinos y visitantes que se acercan esos días a conocer la localidad turolense.
El renacimiento de los carnavales de los zarragones se ha convertido en una de las fiestas de mayor interés de la Comarca del Jiloca. Amenizados por dulzaineros, llenan las calles de Luco durante los días de Carnaval potenciando la participación de los vecinos del pueblo y dotándola de un carácter singular sin perder la tradición.
En la localidad de Calamocha, los centros educativos, el ayuntamiento y algunos establecimientos de ocio y restauración organizan actos festivos y un concurso de disfraces que cuenta con gran aceptación entre toda la población.
El renacimiento de los carnavales de los zarragones se ha convertido en una de las fiestas de mayor interés de la Comarca del Jiloca. Amenizados por dulzaineros, llenan las calles de Luco durante los días de Carnaval potenciando la participación de los vecinos del pueblo y dotándola de un carácter singular sin perder la tradición.
En la localidad de Calamocha, los centros educativos, el ayuntamiento y algunos establecimientos de ocio y restauración organizan actos festivos y un concurso de disfraces que cuenta con gran aceptación entre toda la población.