Personaje legendario de Castilla cuya vida se sitúa entre 798, fecha de su hipotético nacimiento, y 870, fecha de su supuesta muerte.
La figura de Laín Calvo está inmersa en la leyenda de los jueces castellanos, existiendo diversas variantes de la misma. Según la versión más admitida, a la muerte del rey Alfonso II de Asturias, los habitantes de Castilla eligieron dos jueces para que representasen sus intereses ante la corte asturiana.
Antes de que Castilla se erigiese en un reino independiente de la monarquía astur-leonesa, los pleitos acontecidos en el territorio debían de resolverse, en última instancia, en la Corte. La lejanía de la misma, lo penoso y peligroso del viaje, junto con la lentitud de los procesos, parecer ser que fue lo que motivó a los magnates de Castilla a elegir unos jueces para que prescindiendo de los tribunales regios, administrasen justicia en el territorio, de forma tal que no fuese necesario acudir a la mediación de la Corte. Uno de estos jueces fue Laín Calvo y el otro Nuño Núñez Rasura.
A partir de este momento la leyenda empieza a tomar diferentes aspectos según el cronista que la relate; así, para el Tudense, Laín Calvo renunció al cargo, dejando el poder en manos de Nuño Rasura, el cual extendió las fronteras del territorio, a costa de la vecina León, hasta las orillas del Pisuerga. Sin embargo, esta versión se contradice con la de Jiménez de Rada el Toledano, el cual afirmó que ambos jueces gobernaron juntos, correspondiendo a Laín los aspectos militares (sería según éste autor el caudillo de las tropas castellanas) y a Rasura los políticos. Tanto el Tudense como el Toledano sitúan los acontecimientos en el reinado de Fruela II y no a la muerte de Alfonso II.
En la actualidad, la mayor parte de los investigadores coinciden en afirmar el carácter legendario de ambos jueces castellanos, aunque no falta quien afirme como histórica la leyenda. El propio Rodrigo Díaz de Vivar se hacía descendiente por vía paterna de Laín Calvo, y a Fernán González se le ha hecho descendiente de Nuño Rasura. No obstante, tras los estudios del profesor Galo Sánchez (Anuario de Historia del Derecho Español, 1929) y Ramos Loscertales (Cuadernos de Historia de España, X, 1948), el carácter legendario de los mismos parece ampliamente demostrado. El investigador Justo Pérez de Urbal aceptó de forma parcial el carácter histórico de los jueces castellanos en su Historia del Condado del Castilla, vol. I, 1945.
(FUENTE: Texto extraído de www.mcnbiografias.com"
Autor: Juan Antonio Castro Jiménez)
La figura de Laín Calvo está inmersa en la leyenda de los jueces castellanos, existiendo diversas variantes de la misma. Según la versión más admitida, a la muerte del rey Alfonso II de Asturias, los habitantes de Castilla eligieron dos jueces para que representasen sus intereses ante la corte asturiana.
Antes de que Castilla se erigiese en un reino independiente de la monarquía astur-leonesa, los pleitos acontecidos en el territorio debían de resolverse, en última instancia, en la Corte. La lejanía de la misma, lo penoso y peligroso del viaje, junto con la lentitud de los procesos, parecer ser que fue lo que motivó a los magnates de Castilla a elegir unos jueces para que prescindiendo de los tribunales regios, administrasen justicia en el territorio, de forma tal que no fuese necesario acudir a la mediación de la Corte. Uno de estos jueces fue Laín Calvo y el otro Nuño Núñez Rasura.
A partir de este momento la leyenda empieza a tomar diferentes aspectos según el cronista que la relate; así, para el Tudense, Laín Calvo renunció al cargo, dejando el poder en manos de Nuño Rasura, el cual extendió las fronteras del territorio, a costa de la vecina León, hasta las orillas del Pisuerga. Sin embargo, esta versión se contradice con la de Jiménez de Rada el Toledano, el cual afirmó que ambos jueces gobernaron juntos, correspondiendo a Laín los aspectos militares (sería según éste autor el caudillo de las tropas castellanas) y a Rasura los políticos. Tanto el Tudense como el Toledano sitúan los acontecimientos en el reinado de Fruela II y no a la muerte de Alfonso II.
En la actualidad, la mayor parte de los investigadores coinciden en afirmar el carácter legendario de ambos jueces castellanos, aunque no falta quien afirme como histórica la leyenda. El propio Rodrigo Díaz de Vivar se hacía descendiente por vía paterna de Laín Calvo, y a Fernán González se le ha hecho descendiente de Nuño Rasura. No obstante, tras los estudios del profesor Galo Sánchez (Anuario de Historia del Derecho Español, 1929) y Ramos Loscertales (Cuadernos de Historia de España, X, 1948), el carácter legendario de los mismos parece ampliamente demostrado. El investigador Justo Pérez de Urbal aceptó de forma parcial el carácter histórico de los jueces castellanos en su Historia del Condado del Castilla, vol. I, 1945.
(FUENTE: Texto extraído de www.mcnbiografias.com"
Autor: Juan Antonio Castro Jiménez)