Sus aproximadamente 3.000 ha de viñedo se cultivan en suelos profundos, sueltos, a veces pedregosos, de escasa fertilidad y suave topografía, en general.
El clima es continental extremado, con lluvias que alcanzan los 400 l/m2 anuales, inviernos muy fríos, veranos secos y calurosos y alta luminosidad.
Se cultivan fundamentalmente las variedades tinta de Toro y garnacha, entre las tintas, y malvasía y verdejo, entre las blancas.
Los vinos que han dado merecida fama a la zona son los tintos: recios, fuertes y vigorosos, con mucho cuerpo y grado; afrutados cuando son jóvenes, adquieren, por medio de una moderada crianza en madera de roble, finura de color, complejidad de nariz y suavidad de boca.
Con la tinta de Toro se elaboran también claretes y rosados.
Los blancos son principalmente de malvasía.
En los vinos sometidos a crianza, la duración mínima de esta es de dos años naturales, de los cuales estarán por lo menos seis meses en envases de madera de roble de 1.000 l de capacidad máxima.
GRADUACIÓN ALCOHÓLICA Blancos11-13% vol. Rosadosll-14% vol. Tintos (mín. 75 % tinta de Toro) 12,5-15 % vol. |