La simpatía de este faro y su farero nos invitan a saltar el charco hasta Ceuta y dirigirnos hacia el monte Hacho. Podemos conducir hasta el Parque Natural de San Amaro, y continuar a pie a través del camino ensombrecido por algunos árboles, para llegar a este faro construido en 1855. Se levanta glorioso sobre una inmensa casa blanca que corona la cima del monte y nos ofrece un balcón con vistas a un mar entre Europa y África. De igual modo, se exponen dos miradores, con el Estrecho de Gibraltar separando las puntas de ambos continentes y la costa del Rif extendiéndose por el otro lado.
(Termómetro Turístico)