El protagonista de esta historia es un canino de color negro que fue bautizado como el "Perro Paco" y se convirtió en fenómeno de masas durante el siglo XIX. Fue protegido por grandes figuras de la historia, como el marqués de Brogaya, y frecuentó los sitios más elitistas de la época: el café Fornos o el teatro Apolo entre otros.
Su gran afición era acudir a los toros. Cada tarde saltaba al ruedo de la plaza, situada en el actual Palacio de Deportes, y realizaba toda clase de peripecias que servían de entretenimiento al público. La excesiva afición de Paco a los toros le costó la vida porque murió de una estocada que le propició José Rodríguez durante una de sus faenas.
Muchos escritores se hicieron eco de las aventuras de Paco y fue noticia en los periódicos de la época.
En la actualidad continúa suscitando interés. José Ramón Márquez, periodista aficionado al mundo taurino, ha investigado sobre Paco y ha escrito varios artículos acerca del can.
Su gran afición era acudir a los toros. Cada tarde saltaba al ruedo de la plaza, situada en el actual Palacio de Deportes, y realizaba toda clase de peripecias que servían de entretenimiento al público. La excesiva afición de Paco a los toros le costó la vida porque murió de una estocada que le propició José Rodríguez durante una de sus faenas.
Muchos escritores se hicieron eco de las aventuras de Paco y fue noticia en los periódicos de la época.
En la actualidad continúa suscitando interés. José Ramón Márquez, periodista aficionado al mundo taurino, ha investigado sobre Paco y ha escrito varios artículos acerca del can.