calle Jacometrezo |
La primera ubicación de la fonda se encontraba en la esquina de calle de la Reina con Clavel (en un edificio denominado entonces como Palacio Masserano). Algunas narraciones de la época mencionan la fonda como "muy mediana en la cocina y nada brillante en lo concerniente al servicio". Son frecuentes las alusiones poco halagüeñas sobre el mobiliario. A pesar de ello a finales del siglo XIX era uno de los comedores más concurridos de Madrid. Fue lugar habitual de diversas reuniones liberales. Larra en un famoso artículo sobre las tascas de Madrid en su época la menciona como una de las mejores para ir a comer (denominándolo "templo del refinamiento gastronómico"), pero denuncia que es muy cara.
Se dice que introdujo las croquetas en la cocina española, sirviendo durante sus comidas los asados ligeramente menos hechos (inusual en la época), más sabrosos; sus chuletas a la papillote de alguna forma resultaban extrañas al gusto nacional de Benito Pérez Galdós que ridiculizaba este tipo de comida procedente de Francia.