Villa de aire medieval, en el oeste de la provincia, junto al límite con Lleida, dentro de la Serra de les Garrigues a unos cien kilómetros de Barcelona. Su principal atractivo radica en su fortaleza, una parte de la cual fue convertida en Parador de Turismo.
El núcleo urbano se extiende a los pies del cerro a orillas del río Cardener y supone una de las visitas más agradables que puedan hacerse. Aprovechando la estancia se podrá recorrer la comarca del Solsonés y acercarse al Berguedá.
El núcleo urbano se extiende a los pies del cerro a orillas del río Cardener y supone una de las visitas más agradables que puedan hacerse. Aprovechando la estancia se podrá recorrer la comarca del Solsonés y acercarse al Berguedá.
HISTORIA
Los romanos ya se establecieron en estas tierras donde explotaron sus minas de sal. Se dice que el nombre de Cardona, procede de la piedra sardónica, muy parecida a la piedra de donde se obtenía la sal. A finales del siglo VIII, Luis de Aquitania inició la construcción de la fortaleza, que poco a poco irían ampliando sus sucesores, destacando especialmente la intervención de Wilfredo el Velloso, en el siglo IX y a quien otras fuentes atribuyen su construcción. Durante el siglo XVIII fue objeto de una profunda restauración que le coneferiría su aspecto actual. Debido a su inexpugnabilidad consiguió resisitir el asedio del general Muret durante la Guerra de Sucesión y el de las tropas napoleónicas durante la Guerra de Independencia.
(Guía azul - Pueblos escogidos)
Los romanos ya se establecieron en estas tierras donde explotaron sus minas de sal. Se dice que el nombre de Cardona, procede de la piedra sardónica, muy parecida a la piedra de donde se obtenía la sal. A finales del siglo VIII, Luis de Aquitania inició la construcción de la fortaleza, que poco a poco irían ampliando sus sucesores, destacando especialmente la intervención de Wilfredo el Velloso, en el siglo IX y a quien otras fuentes atribuyen su construcción. Durante el siglo XVIII fue objeto de una profunda restauración que le coneferiría su aspecto actual. Debido a su inexpugnabilidad consiguió resisitir el asedio del general Muret durante la Guerra de Sucesión y el de las tropas napoleónicas durante la Guerra de Independencia.
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