La Plaza de Camposagrado corresponde a una actuación de remodelación en el Interior del pequeño casco medieval, configurándose como espacio de respeto ante el palacio que le da nombre. Su origen, pues, debe estar vinculado a la construcción del palacio en el siglo XVII y mantuvo un acusado carácter de intimidad y, aún de cierta privacidad en favor de éste hasta que a finales del XIX se abrieron las dos calles que le han dejado en una posición exenta.
La superficie de esta plaza tiene una ligera pendiente ascendente en sentido N-S. Su ordenamiento reciente delimita, a través de un muro bajo que hace función de banco corrido, un ámbito peatonal que se extiende ante el edificio situado en el lado opuesto al palacio. Esta solución, con la que se pretende facilitar la circulación del transito rodado en una trama poco adecuada al mismo desvincula el palacio de su espacio propio.
La edificación de acompañamiento es reciente en su mayor parte y presenta discretos volúmenes si se exceptúa el edificio de la esquina poniente construido tras el abandono del convento cisterciense y una solución reciente de tinte monumentalista para sede de la Caja de Ahorros de Asturias. El lado oriental está formado por el lateral de una casa de origen medieval y el muro de cierre del espacio libre correspondiente a un edificio de la Plaza de San Nicolás con el que se rompe la continuidad edificada.
(La plaza en la ciudad)
La superficie de esta plaza tiene una ligera pendiente ascendente en sentido N-S. Su ordenamiento reciente delimita, a través de un muro bajo que hace función de banco corrido, un ámbito peatonal que se extiende ante el edificio situado en el lado opuesto al palacio. Esta solución, con la que se pretende facilitar la circulación del transito rodado en una trama poco adecuada al mismo desvincula el palacio de su espacio propio.
La edificación de acompañamiento es reciente en su mayor parte y presenta discretos volúmenes si se exceptúa el edificio de la esquina poniente construido tras el abandono del convento cisterciense y una solución reciente de tinte monumentalista para sede de la Caja de Ahorros de Asturias. El lado oriental está formado por el lateral de una casa de origen medieval y el muro de cierre del espacio libre correspondiente a un edificio de la Plaza de San Nicolás con el que se rompe la continuidad edificada.
(La plaza en la ciudad)