La farmacia está ubicada en los bajos de la casa Epifani de Fortuny, proyectada en 1851 por Francesc Daniel Molina, por encargo del capitán de artillería Epifani de Fortuny Van Oosterom.
Felip Comabella i Guimet, licenciado en farmacia, se estableció en 1874, alcanzando gran renombre por sus productos, logrando varias medallas en exposiciones nacionales e internacionales. A su muerte (1901) su hijo Joan Comabella, doctor en farmacia y licenciado en Ciencias Biológicas, continuó con la farmacia. En 1904 decidió reformarla, siguiendo la moda del momento y para ello hizo el encargo al arquitecto Guillem Busquets i Vautravers que contó con un excelente equipo de artistas y artesanos especializados.
A la muerte de Joan Comabella (1921), la farmacia pasó a su hijo Manuel, que hizo reformar la fachada en 1926.
En 1946 el negocio se traspasó a Josep Maria Mas Grau y en 1997 pasó a su hija Montserrat Mas i Docampo, actual propietaria.
La fachada, en la planta baja, está compuesta por placas de mármol rojizo veteadas de blanco, con una gran portal en el centro y dos escaparates de madera en los laterales. La puerta está rematada con un arco de medio punto con cristales transparentes. El primer piso, donde estaba ubicado el laboratorio, también tiene la fachada placada con mármol de las mismas características y está enmarcada por unas pilastras que llegan hasta la losa del balcón superior formando unas ménsulas. En la parte central hay una abertura con una barandilla de hierro de forja presentando motivos florales que enmarcan un octógono con el relieve de dos personajes tocando instrumentos de viento, que pertenecía a una academia de música que se instaló hacia 1945. En su origen el panel era redondo y representaba a tres damas.
En el interior se conserva el mosaico de teselas presentando motivos florales y figuras geométricas. También destaca el mobiliario ubicado en todas las paredes interiores del establecimiento; estantes, armarios con vitrinas y mostrador, con un fino trabajo de ebanistería. También el techo presenta una decoración a base de relieves de líneas y círculos, con una cenefa de motivos florales donde también se colocan unos medallones de galardones de exposiciones. La lámpara del techo es otro elemento de la decoración original.