El Virreinato del Río de la Plata, con capital en Buenos Aires, llegó a tener alrededor de 800.000 habitantes, distribuidos en 8 intendencias, 4 gobernaciones y varias comandancias militares consagradas a combatir o detener a los indios v contener a los portugueses del Brasil, así como a los corsarios. Su límite fue el río Desaguadero. Por el este lindaba con la discutida zona brasileño-platense.
La Universidad de Córdoba, en la ciudad de este nombre, fue un foco intelectual de gran importancia. Eclesiásticamente dependía del arzobispado de Chuquisaca, ciudad alto peruana donde había además una Universidad famosa, en la que estuvieron Mariano Moreno y Bernardo de Monteagudo. Fue célebre su Colegio de San Carlos, erigido con bienes de jesuitas.
Sólo en 1801 dispuso de hoja periodística El Telégrafo Mercantil. La imprenta tuvo una actividad restringida.
Sin embargo, en el siglo XVIII el contacto con los europeos que llegaban libremente ya favoreció las ciencias, las ideas políticas y económicas y el teatro.
El virrey Vértiz, gran benefactor de Buenos Aires, estableció el alumbrado público y favoreció el teatro. Buenos Aires tenía entonces 12.000 habitantes dentro del recinto de la ciudad, y 24.000 en la campaña. La ganadería fue su riqueza principal. Ella y el comercio fueron los pivotes de la emancipación, mucho más que las ideas de la Revolución Francesa.
(Luis Alberto Sánchez, Breve Historia de América)
La Universidad de Córdoba, en la ciudad de este nombre, fue un foco intelectual de gran importancia. Eclesiásticamente dependía del arzobispado de Chuquisaca, ciudad alto peruana donde había además una Universidad famosa, en la que estuvieron Mariano Moreno y Bernardo de Monteagudo. Fue célebre su Colegio de San Carlos, erigido con bienes de jesuitas.
Sólo en 1801 dispuso de hoja periodística El Telégrafo Mercantil. La imprenta tuvo una actividad restringida.
Sin embargo, en el siglo XVIII el contacto con los europeos que llegaban libremente ya favoreció las ciencias, las ideas políticas y económicas y el teatro.
El virrey Vértiz, gran benefactor de Buenos Aires, estableció el alumbrado público y favoreció el teatro. Buenos Aires tenía entonces 12.000 habitantes dentro del recinto de la ciudad, y 24.000 en la campaña. La ganadería fue su riqueza principal. Ella y el comercio fueron los pivotes de la emancipación, mucho más que las ideas de la Revolución Francesa.
(Luis Alberto Sánchez, Breve Historia de América)