Podemos disfrutar de las playas del Poniente, o de la belleza del Parque Natural Punta Entinas-Sabinar, y seguir caminando hasta el faro de Punta Sabinal. Así, llegamos a un terreno completamente deshabitado, en medio de la costa y su maleza, donde la estética del faro solo se rompe por algunas antenas que acampan por la zona. Pero quitando todo eso, nada más importa ante la bonita estampa que se te ofrece al recorrer el camino asfaltado que desemboca en la torre, alzada imponente hacia el cielo desde 1863.
(Termómetro turístico)