Urtzi, el Jovis vascón
Otra supuesta divinidad celeste era Urtzi (u Ost, Ortzi: cielo), asimilable al Júpiter latino, pero ésta parece ser importada, dado que las leyendas no la mencionan. Sin embargo, su nombre aparece en los días de la semana, en el nombre de los meses y en fenómenos meteorológicos. En la Edad Media, Aymeric Picaud, un peregrino francés, escribió sobre los vascos, diciendo: et Deum vocant Urcia ("y llaman Urci-a a su dios"; la -a es el nominativo vasco, o un artículo de sufijo).
La antigua religión vasca es por tanto de carácter ctónico, teniendo todos sus personajes su morada en la Tierra y no en el firmamento, que aparece como un pasaje vacío por el que Mari o Maju viajan de montaña en montaña o pastorean rebaños de nubes.