Andrés Avelino Artís "Sempronio", relata en uno de sus libros, "Quan Barcelona portava barret", las tarifas de la claque en algún teatro. Antonio Gil y Corraliza, jefe de la claque del Liceo barcelonés, procedente del Teatro Real de Madrid, tenía la siguiente tarifa:
«Aplausos corrientes al final de cada acto, 10 pesetas.
Por gritar "Tú solo" al final del segundo acto, 125 pesetas.
Por cada subida de telón, 20 pesetas.
Por cada "Chist" reclamando silencio, 15 pesetas.
Por un "Admirable", 50 pesetas.
Y así sucesivamente.»
(Carlos Fisas)