La curiosa historia de Boris Skossyreff I, rey de Andorra. Indudablemente, el episodio más extravagante de la historia de Andorra estuvo protagonizado por el barón Boris Skossyreff. Después de huir de Rusia en 1917, este aventurero de grandes dotes persuasivas llegó, desplegando su encanto y hablando varios idiomas, a Andorra con el (en principio delirante) objetivo de convertirse en rey. Prometió libertades y modernización del país y una lluvia de dinero, gracias al establecimiento de un paraíso fiscal y a las inversiones extranjeras. Sorprendentemente, convenció al Consell General, que votó a favor de la monarquía propuesta por Skossyreff. Se coronó él mismo como rey y lugarteniente del rey de Francia. El único consejero de 24 que se opuso se trasladó al palacio del obispo de La Seu (copríncipe de Andorra) para comunicarle la situación. El Consell General se convirtió en parlamento y se anunció la redacción de una constitución, decretando la absoluta libertad política, religiosa y de imprenta. El Parlamento repitió la votación a favor de la monarquía con el mismo resultado (23 a 1). La broma terminó cuando un grupo de guardias civiles españoles enviados por el obispo de La Seu detuvo a Skossyreff y lo expulsó del país.
(La Vanguardia)