El tercer bar más antiguo de Sevilla, la Bodega Morales, es otro manual de las buenas costumbres en el tapeo de la ciudad. Tiene dos ambientes separados. Uno da a la calle García de Vinuesa, con mesas altas y una barra. Al otro se entra por la calle Cristóbal de Castillejo, una perpendicular a la primera y tiene, además de mesas altas, mesas bajas y una larguísima barra en la que acodarse a disfrutar sin prisa.
Las barras de ambos locales están comunicadas y sirven la misma carta de viandas típicas: guisos caseros, chacinas, quesos, montaditos... El vino merece punto y aparte. Tintos y blancos de calidad y una manzanilla buenísima para acompañar a las tapas.
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Las barras de ambos locales están comunicadas y sirven la misma carta de viandas típicas: guisos caseros, chacinas, quesos, montaditos... El vino merece punto y aparte. Tintos y blancos de calidad y una manzanilla buenísima para acompañar a las tapas.
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