Está protegido como por la ley de Conservación de los Espacios Naturales y Flora de Fauna Silvestres, y no es de extrañar, dada la increíble belleza de este excepcional ecosistema. Os sentiréis pequeños e insignificantes al conocer la edad de las magníficas secuoyas que pueblan este enclave, que pueden llegar a superar el millar de años, y que crecen alrededor de los dos metros cada año, entre los cuatro y los diez años de edad. Si vas a realizar una ruta alrededor de este sobrecogedor paisaje te recomendamos, a ti y a tu familia, que observéis con atención los maravillosos ejemplares de secuoyas.
Eso sí, ¡cuidado con las distracciones al volante!
(Muy interesante)
