Siguiendo el curso cubierto del río que brota del manantial, alcanzamos un lugar realmente hermoso y además fresco, algo de agradecer cuando rozábamos los 35°. La fuente es un conjunto de dos; la primera, de la Virgen de la Salud, obra de Francisco del Castillo,está adosada a la roca de donde mana el agua, la segunda, se extiende a lo largo de cincuenta metros por el paraje que rodea a la primera; al final el agua desemboca en un mascarón de mármol por donde se pierde, ya canalizada, bajo la calle antes mencionada. La primera fuente es uno de los más hermosos ejemplos del manierismo en arte cívico: junto a genios del agua que se mezclan con la roca viva, y la imagen del hallazgo de la imagen mariana por un pastor, el muro de bloques de piedra caliza forma el primer nivel del conjunto, representando los aspectos de la naturaleza y la fe civilizadora. De ambas emerge el segundo nivel con piedras talladas de colores formando rectángulos y círculos que quedan rematados por un frontón triangular, en el junto a elementos heráldicos aparece una figura quedando todo rematado por formas piramidales y olas. En un templete de formas clásicas, la imagen en piedra de la Virgen de la Salud preside el conjunto. A pocos metro comienzan las piscinas de la segunda fuente. LO más característico son los mas de cien mascarones de marmol desde los que a lo largo de sus paredes mana el agua; el conjunto es obra tardobarroca y fue concluida en 1803. La estatuaria muestra dos grupos: el primero es un león luchando con una serpiente, obra de Álvarez Cubero y viene a representar la idea de la repetición en el universo, el agua que no cesa de manar; el segundo muestra a Neptuno y Anfitrite en un carro tirado por caballos que salen del agua representando las aguas en su sentido benéfico; es obra de Remigio Mármol. En fin todo el conjunto y el parejo se merece una visita pausada y es un lugar especialemnte agradable para hacer una pausa en su recorrido por Priego.
(Tripadvisor)
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