Desde la plaza de San Martín a la de Santa Catalina de los Donados.
Tradición.—En esta calle habitó una señora noble, llamada Flora de Nieremberg, tía del venerable padre Eusebio, de la Compañía de Jesús, en cuya casa le dio á luz su madre Regina. Casa y calle fueron conocidas con el nombre de la Flora, su propietaria.
Dice otra tradición que la etimología del nombre proviene de una estatua que hubo en la casa llamada de los muertos.
Esta, que no sabemos cuál sería, se hizo célebre por haber vivido en ella dos hermanos gemelos que, según unos, se llamaban Muerto de apellido, y, según otros, murieron en el mismo día.
(Carlos Cambronero)
Tradición.—En esta calle habitó una señora noble, llamada Flora de Nieremberg, tía del venerable padre Eusebio, de la Compañía de Jesús, en cuya casa le dio á luz su madre Regina. Casa y calle fueron conocidas con el nombre de la Flora, su propietaria.
Dice otra tradición que la etimología del nombre proviene de una estatua que hubo en la casa llamada de los muertos.
Esta, que no sabemos cuál sería, se hizo célebre por haber vivido en ella dos hermanos gemelos que, según unos, se llamaban Muerto de apellido, y, según otros, murieron en el mismo día.
(Carlos Cambronero)