Agrupa una superficie de 6.000 ha de viñedo repartidas en 72 municipios de las provincias de Valladolid, Segovia y Ávila, que se asientan sobre suelos arenosos y arcillosos, a una altitud de 700 m. Los duros inviernos, secos y de elevada insolación, y la escasa pluviometría de la zona originan un rendimiento bajo pero de excelente calidad.
La cepa blanca verdejo, característica de esta zona, es la que imprime la gran personalidad de los vinos, pero también se cultivan las cepas víura y palomino (blancas) y, en menor proporción, las tintas tempranillo y cavernet sauvignon.
Rueda produce unos vinos blancos de fuerte personalidad, no muy secos, suaves y con tradición. Son vinos de color pálido, sutil y finísimo aroma, paladar fresco, amplio, serio y equilibrado, y con un elegante final de boca. Los casi transparentes de la variedad verdejo, si esta está presente en más de un 60 %, obtienen la denominación Rueda Superior.
Se han elaborado también tradicionalmente vinos generosos, de crianza biológica con velo de flor en madera de roble y de crianza oxidativa también en envases de madera de roble, vinos que constituyen una auténtica singularidad enológica.
Los vinos de licor se someten a un proceso de envejecimiento y crianza de al menos cuatro años de duración, durante los cuales los pálidos deben permanecer en barrica de roble al menos los tres últimos años y los dorados, los dos últimos años, antes de su comercialización.
La cepa blanca verdejo, característica de esta zona, es la que imprime la gran personalidad de los vinos, pero también se cultivan las cepas víura y palomino (blancas) y, en menor proporción, las tintas tempranillo y cavernet sauvignon.
Rueda produce unos vinos blancos de fuerte personalidad, no muy secos, suaves y con tradición. Son vinos de color pálido, sutil y finísimo aroma, paladar fresco, amplio, serio y equilibrado, y con un elegante final de boca. Los casi transparentes de la variedad verdejo, si esta está presente en más de un 60 %, obtienen la denominación Rueda Superior.
Se han elaborado también tradicionalmente vinos generosos, de crianza biológica con velo de flor en madera de roble y de crianza oxidativa también en envases de madera de roble, vinos que constituyen una auténtica singularidad enológica.
Los vinos de licor se someten a un proceso de envejecimiento y crianza de al menos cuatro años de duración, durante los cuales los pálidos deben permanecer en barrica de roble al menos los tres últimos años y los dorados, los dos últimos años, antes de su comercialización.
GRADUACIÓN ALCOHÓLICA Rueda 11-14 % vol Rueda Superior 11,5-14 % vol Rueda espumoso (método tradicional, mín 85 % verdejo) 11,5-13 % vol Pálido Rueda (vino de licor) mín 15 % vol Dorado Rueda (vino de licor) mín 15 % vol ------------------------ En ningún caso la representación de las variedades palomino y viura podrá superar, ni individual, ni conjuntamente, el 50 % en los vinos protegidos. |