Extensión: 0,15 kilómetros cuadrados
Altura máxima: 74 m
Distancia a la costa marroquí: 200 m
Y aquí hemos tocado en hueso. De la soberanía española en todos los demás territorios de los que hemos hablado hasta aquí no cabe ninguna duda, puesto que son "plazas de soberanía"cuya legitimidad ha quedado refrendada en tratados y leyes. Pero... ¿y Perejil? Cuando se redactó el estatuto de autonomía de la ciudad de Ceuta, no se hizo mención a este islote (ante las presiones marroquíes), ni tampoco se considera una "plaza de soberanía", denominación que hace referencia a las posesiones españolas en el norte de África que no formaban parte del Protectorado Español de Marruecos (territorio que se descolonizó para formar parte del Marruecos independiente creado en 1956). De hecho, en el Tratado de Fez, en el que España y Francia se repartieron el norte de África, no se menciona a la isla como parte del Protectorado.Ahora bien, en cuanto uno de los dos manifieste su interés en “anexionarse” el islote… el otro se enfadará muchísimo, lógicamente, como ocurrió el 11 de julio de 2002. Ese día, un grupo de marinos marroquíes accedió al peñasco e izó banderas marroquíes con la excusa de controlar el tráfico de droga del estrecho de Gibraltar. Esto creó un conflicto diplomático inmediato que no se resolvió sino con la fuerza, y, de hecho, estuvo a punto de desencadenar una guerra: con el apoyo tibio en un principio de la Unión Europea y expreso de Estados Unidos, el ejército español logra expulsar a los nuevos habitantes del islote. Fue ¿necesario? utilizar helicópteros cougar, cazas F-18 y varios buques, entre ellos una fragata, para garantizar la seguridad de los soldados que, una vez en la isla, encañonaron a los marroquíes y les detuvieron sin que opusieran resistencia.
Tras aquel incidente, después de varios días en que un destacamento militar se aseguró de que todo estaba en orden, y una vez izada la bandera española, ambos gobiernos decidieron el 20 de julio volver al statu quo mencionado, según el cual la isla permanecería deshabitada, la bandera española desaparecería, y no habría por ningún lado reclamaciones activas de soberanía.
Pero... si no está claro que fuese española, ¿por qué se intervino? Fácil: porque todavía está menos claro que fuese marroquí. Ante la duda... te mando un par de cazas y unas fragatas.
(Blog de las Banderas)