El Parque Natural de Ponga en general y el desfiladero de Los Beyos en particular regalan una sorpresa a cada paso. Una de las más sorprendentes se encuentra en el pueblo de Vidasoa, dominado por una espectacular cascada de más de sesenta metros que se descuelga en varios tramos hasta verter sus aguas en el río Sella. Tras inviernos con intensas precipitaciones en forma de nieve, la caída es, sencillamente, espectacular.
(TripAdvisor)