Un total de 26 kilómetros de bancos de arena separan Costa Calma de Morro Jable. Puede apetecer un paseo por la ventosa playa de la Barca, contemplando a los windsurfistas, o bien torrarse sin agobios en las desembocaduras de los barrancos de Los Canarios o del Mal Nombre, frente a aguas del color de la malaquita, sobre las que gravita un sol africano.
(El País)