No obstante, encaramado al filo del abismo que dibujan los barrancos más hondos de Tenerife (Los Gigantes) y con increíbles vistas tanto al mar como a la montaña, este enclave se ha convertido en uno de los destinos preferidos por aquellos que buscan una escapada rodeados de naturaleza y tranquilidad.
(El Periódico)