El punto más occidental de la Península do Barbanza es el Cabo Corrubedo. Se encuentra muy cerca de las dunas del mismo nombre y se caracteriza por ser una zona rocosa de matorral bajo y de pequeños acantilados, aunque de una dureza extrema en cuanto a las fuerzas del mar, debido a su latitud sobre el océano, ya que este punto es de los más occidentales de las Rías Baixas.
En el extremo del cabo, en una zona prácticamente deshabitada se asienta un faro construido en 1853 para advertir a los navegantes de las peligrosidades de estas costas. El ingeniero encargado para esta obra fue Caledonio Uribe. Su torre se eleva a una altura de 9,60 m sobre las rocas. Las similitudes de su luz con el faro de Sálvora produjo algún accidente en frente a sus costas y por ello fue necesario modificar y aumentar la potencia de la lámpara en varias ocasiones. En una de ellas se utilizó una luz roja que le valió el sobrenombre de Faro Comunista. También fueron varios los intentos de la utilización de una sirena, pero no fue hasta 1970 cuando entró en funcionamiento una de vibradores electromagnéticos. Esta se construyó en un edificio cercano al faro, que albergaba también la vivienda para el torrero y los fareros. Por delante del faro existe una curiosa garita de piedra.
(Galicia Máxica)