Conjunto Histórico con sólo una puerta de entrada y completamente amurallado. A el se accede por la puerta de la Villa, morisca y reedificada en el siglo XVI, que muestra el escudo del duque condestable de Castilla.
La calle Real sube hasta la plaza Mayor, flanqueada de antiguas casonas. En esta, porticada y una de las más bellas de Castilla, se alzan la torre románica de la iglesia de San Juan y los palacios de los marqueses de Lozoya y Miranda.
El monumento más importante es el castillo, algunas de cuyas piedras se aprovecharon para construir casas del pueblo. Fue enclave romano antes que árabe, y durante cinco años su cuadrada torre del Homenaje sirvió de prisión a los infantes franceses, que después serían los reyes Francisco II y Enrique II. La fortaleza fue adquirida por el pintor Ignacio Zuloaga y hoy pertenece a sus descendientes, que la han habilitado como museo.
La calle Real sube hasta la plaza Mayor, flanqueada de antiguas casonas. En esta, porticada y una de las más bellas de Castilla, se alzan la torre románica de la iglesia de San Juan y los palacios de los marqueses de Lozoya y Miranda.
El monumento más importante es el castillo, algunas de cuyas piedras se aprovecharon para construir casas del pueblo. Fue enclave romano antes que árabe, y durante cinco años su cuadrada torre del Homenaje sirvió de prisión a los infantes franceses, que después serían los reyes Francisco II y Enrique II. La fortaleza fue adquirida por el pintor Ignacio Zuloaga y hoy pertenece a sus descendientes, que la han habilitado como museo.
(ABC Viajar)