Situación y acceso
Está situada en un lateral del parque de María Luisa y junto a los jardines del Prado de San Sebastián, siendo su antiguo acceso principal por la plaza del Ejército Español, aunque hoy no se puede entrar por aquí, al ser la Capitanía General militar. Actualmente se accede por la avenida de Isabel la Católica, justo frente al parque de María Luisa, y hay dos accesos laterales por la avenida de Portugal y por Nicolás Alpériz. La entrada es libre, aunque para evitar vandalismos es cerrada a las 22:00 horas.
Historia
Encargada al arquitecto Aníbal González (que también era arquitecto director del evento), para la Exposición Iberoamericana del año 1929, fue inaugurada por su majestad el rey Alfonso XIII. Fue la obra más costosa de la exposición, llegando a trabajar en su construcción mil hombres al mismo tiempo. La obra comenzó en 1914, terminándola en 1928 el arquitecto Vicente Traver tras la dimisión de Aníbal González como arquitecto director en 1926.
Restauración
La plaza de España ha sufrido un importante proceso de restauración que finalizó el 17 de octubre de 2010 con una serie de actos conmemorativos para su reinauguración. Con estas actuaciones se pretendió recobrar la imagen con la que fue concebida por su autor, Aníbal González para la Exposición Iberoamericana de 1929, incluyendo la recuperación de veinte farolas de cerámica y de fundición que, imitando a las que entonces formaron parte de la plaza y que luego desaparecieron, jalonan de nuevo sus balaustradas. Así mismo, se recuperó la ría con su llenado e instalaron sobre ella sus tradicionales barcas de alquiler.
Su superficie total es de 50.000 metros cuadrados, de los que 19.000 están edificados y los 31.000 restantes son espacio libre; el canal ocupa 515 metros de longitud.
Tiene forma semicircular (200 metros de diámetro) que simboliza el abrazo de España y sus antiguas colonias, y mira hacia el río como camino a seguir hacia América. Se estructura en un cuerpo central, dos brazos laterales curvos y dos torres en los extremos norte y sur. Está construida en ladrillo visto y decorada con mármol y cerámica dándole un toque renacentista y barroco en sus torres.
En el centro del semicírculo hay una plaza oval, ideada para desfiles, actos cívicos y exposiciones de maquinaria y ganados, rodeada por un canal o ría. El único elemento ajeno a ella es la fuente central, obra también de Vicente Traver, muy cuestionada porque rompía la rotundidad de vacío de la plaza.
El canal se cruza por cuatro puentes, que representan los cuatro antiguos reinos de España. En las paredes de los brazos encontramos una serie de bancos y paramentos de azulejos que forman espacios alusivos a las 48 provincias españolas, colocados en orden alfabético. En ellos se representan mapas de las provincias en el suelo, paneles sobre hechos históricos y escudos de cada capital en el muro, y unas hornacinas en los lados para libros y folletos de cada provincia.
Está situada en un lateral del parque de María Luisa y junto a los jardines del Prado de San Sebastián, siendo su antiguo acceso principal por la plaza del Ejército Español, aunque hoy no se puede entrar por aquí, al ser la Capitanía General militar. Actualmente se accede por la avenida de Isabel la Católica, justo frente al parque de María Luisa, y hay dos accesos laterales por la avenida de Portugal y por Nicolás Alpériz. La entrada es libre, aunque para evitar vandalismos es cerrada a las 22:00 horas.
Historia
Encargada al arquitecto Aníbal González (que también era arquitecto director del evento), para la Exposición Iberoamericana del año 1929, fue inaugurada por su majestad el rey Alfonso XIII. Fue la obra más costosa de la exposición, llegando a trabajar en su construcción mil hombres al mismo tiempo. La obra comenzó en 1914, terminándola en 1928 el arquitecto Vicente Traver tras la dimisión de Aníbal González como arquitecto director en 1926.
Restauración
La plaza de España ha sufrido un importante proceso de restauración que finalizó el 17 de octubre de 2010 con una serie de actos conmemorativos para su reinauguración. Con estas actuaciones se pretendió recobrar la imagen con la que fue concebida por su autor, Aníbal González para la Exposición Iberoamericana de 1929, incluyendo la recuperación de veinte farolas de cerámica y de fundición que, imitando a las que entonces formaron parte de la plaza y que luego desaparecieron, jalonan de nuevo sus balaustradas. Así mismo, se recuperó la ría con su llenado e instalaron sobre ella sus tradicionales barcas de alquiler.
Su superficie total es de 50.000 metros cuadrados, de los que 19.000 están edificados y los 31.000 restantes son espacio libre; el canal ocupa 515 metros de longitud.
Tiene forma semicircular (200 metros de diámetro) que simboliza el abrazo de España y sus antiguas colonias, y mira hacia el río como camino a seguir hacia América. Se estructura en un cuerpo central, dos brazos laterales curvos y dos torres en los extremos norte y sur. Está construida en ladrillo visto y decorada con mármol y cerámica dándole un toque renacentista y barroco en sus torres.
En el centro del semicírculo hay una plaza oval, ideada para desfiles, actos cívicos y exposiciones de maquinaria y ganados, rodeada por un canal o ría. El único elemento ajeno a ella es la fuente central, obra también de Vicente Traver, muy cuestionada porque rompía la rotundidad de vacío de la plaza.
El canal se cruza por cuatro puentes, que representan los cuatro antiguos reinos de España. En las paredes de los brazos encontramos una serie de bancos y paramentos de azulejos que forman espacios alusivos a las 48 provincias españolas, colocados en orden alfabético. En ellos se representan mapas de las provincias en el suelo, paneles sobre hechos históricos y escudos de cada capital en el muro, y unas hornacinas en los lados para libros y folletos de cada provincia.