Escondida en un rincón de la plaza de la Basílica de Santa María del Mar en Barcelona se encuentra la calle L'Anisadeta, la más corta de toda Barcelona. Un par de metros con dos placas son lo único que identifican esta calle que alberga un restaurante y un edificio de viviendas.
El nombre de la calle proviene del siglo X cuando una pequeña tasca elaboraba un licor a base de anís y agua llamado anisadeta.
(ABC Viajar)
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Carrer de l'Anisadeta
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