En la jornada de Castillejos, cuando iba a empuñar la bandera, en lo más crítico del combate, cuando las balas llovían a granel a su lado, atorbellinándole entre una tempestad de fuego y de plomo, cuando, jinete en su caballo, presentaba blanco seguro para el enemigo, los mismos soldados le instaban a retirarse por temor de que pudiese ser herido y perderse la batalla al caer el caudillo; pero Prim contestaba: «No, no hay cuidado. Todas las balas llevan sobre, y ninguna de ellas lo trae para mí».
Anochecía, y los oficiales catalanes se acercaron á Don Juan para decirle que no tenían tiendas donde dormir. «¿Tiendas ?— dijo el general. — ¡Tiendas! Las tiendas están allí — añadió, señalando al campamento de los moros, — y hay que ir á recogerlas. Mañana, cuando las hayáis tomado, dormiréis en ellas.» Y así ocurrió al día siguiente, que fué el de la célebre batalla en que Prim penetró en el campamento enemigo, entrando á caballo por una tronera.
Y así, por el estilo, todo linaje de cosas. Y así, contando sucesos del general, refiriendo hechos de su vida, pasajes de su historia, revuelto todo á veces con fábulas y consejas, por lo dado que es el vulgo á lo desconocido y maravilloso, así es como llegó á convertírsele en un tipo ideal, gozando de una prerrogativa que pocos mortales alcanzaron y ninguno como él en este nuestro siglo tan positivista y práctico. De este modo llegó Prim á ser héroe de leyenda en vida.
Anochecía, y los oficiales catalanes se acercaron á Don Juan para decirle que no tenían tiendas donde dormir. «¿Tiendas ?— dijo el general. — ¡Tiendas! Las tiendas están allí — añadió, señalando al campamento de los moros, — y hay que ir á recogerlas. Mañana, cuando las hayáis tomado, dormiréis en ellas.» Y así ocurrió al día siguiente, que fué el de la célebre batalla en que Prim penetró en el campamento enemigo, entrando á caballo por una tronera.
Y así, por el estilo, todo linaje de cosas. Y así, contando sucesos del general, refiriendo hechos de su vida, pasajes de su historia, revuelto todo á veces con fábulas y consejas, por lo dado que es el vulgo á lo desconocido y maravilloso, así es como llegó á convertírsele en un tipo ideal, gozando de una prerrogativa que pocos mortales alcanzaron y ninguno como él en este nuestro siglo tan positivista y práctico. De este modo llegó Prim á ser héroe de leyenda en vida.