Bar Flor en la Puerta del Sol |
El «bar» en un principio sólo era frecuentado por la gente chic y fueron apareciendo en pocos años los refinados bares del hotel Ritz, del Palace Hotel, del Palacio del Hielo —de efímera duración—, el acogedor Gaviria, el recóndito Cock, el galante Pidoux, el selecto Bakanik y más tarde el elegante Mansard, el unlversalizado Chicote y tantos otros que fueron surgiendo por las calles de la ciudad.
(Lorenzo Díaz)