En la zona nororiental de la montaña navarra, en los siete municipios que conforman el Valle del Roncal (Uztárroz, Isaba, Urzainqui, Garde, Vidángoz, Burgui y Roncal) se elabora este queso, conocido como el hijo del Pirineo.
La temporada de elaboración coincide con los meses de diciembre a julio, época de partos de las ovejas. Se caracteriza por ser un queso artesanal producido con leche cruda de oveja rasa y de oveja latxa, cuajo y sal. Amén de tener forma cilíndrica, bordes vivos, y corteza natural, dura, gruesa, de color que puede ir del pardo rojizo al gris azulado.
Su peculiar sabor es recio, bien definido y tiene un toque picante resultando muy mantecoso. Aunque existen preparaciones culinarias con el queso Roncal como protagonista, la mejor manera de paladearlo es al natural acompañado de un buen vino.
Una sugerencia para los entusiastas de este comestible es que se aproximen hasta Roncal en las fiestas de la Virgen de agosto para deleitarse con el certamen-exposición de quesos roncaleses. Además pueden aprovechar para visitar el Museo del Queso en Uztárroz y conocer su proceso de elaboración.
(Reyno de Navarra)
La temporada de elaboración coincide con los meses de diciembre a julio, época de partos de las ovejas. Se caracteriza por ser un queso artesanal producido con leche cruda de oveja rasa y de oveja latxa, cuajo y sal. Amén de tener forma cilíndrica, bordes vivos, y corteza natural, dura, gruesa, de color que puede ir del pardo rojizo al gris azulado.
Su peculiar sabor es recio, bien definido y tiene un toque picante resultando muy mantecoso. Aunque existen preparaciones culinarias con el queso Roncal como protagonista, la mejor manera de paladearlo es al natural acompañado de un buen vino.
Una sugerencia para los entusiastas de este comestible es que se aproximen hasta Roncal en las fiestas de la Virgen de agosto para deleitarse con el certamen-exposición de quesos roncaleses. Además pueden aprovechar para visitar el Museo del Queso en Uztárroz y conocer su proceso de elaboración.
(Reyno de Navarra)