La seguidilla es una composición musical española de compás ternario, cuyos orígenes de remontan al siglo XV. Su usanza se hizo muy popular en época de Cervantes e igualmente se incluye en la mayoría de obras de teatro español del siglo XVIII. Como manifestación de música popular, se ha extendido por el centro y sur de España y se pueden encontrar distintas variedades como: manchegas, sevillanas gitanas y seguidillas murcianas.
Sin claras raíces documentales, la seguidilla o baile "del bien parado" (posición de desplante o cierre que adopta la pareja de danzantes al finalizar cada copla) acaba por implantarse como principal baile español y volviéndose más teatral y pausada acaba por denominarse "bolero". De estos boleros de los siglos XVII y XVIII provienen las canciones de las tunas universitarias y la escuela bolera española de baile.
La seguidilla manchega es la decana entre las de su estirpe, que han adquirido popularidad en el solar español. Es una creación genuina de la Mancha castellana y aunque no hay documentación fidedigna de su primitiva estructura musical, se conservan las letras, en las que se vislumbra la índole del ritmo.
Es baile de pareja y consta de los numerosos pasos pertenecientes en su mayoría a la escuela bolera y la antigua escuela española de palillos.
La letra de seguidilla sevillana consta de cuatro versos (heptasílabos primero y tercero y pentasílabos segundo y cuarto) al que se le añade un estribillo de tres versos, resultando una letra de siete versos como corresponde a la forma estrófica de la seguidilla.
Sin claras raíces documentales, la seguidilla o baile "del bien parado" (posición de desplante o cierre que adopta la pareja de danzantes al finalizar cada copla) acaba por implantarse como principal baile español y volviéndose más teatral y pausada acaba por denominarse "bolero". De estos boleros de los siglos XVII y XVIII provienen las canciones de las tunas universitarias y la escuela bolera española de baile.
La seguidilla manchega es la decana entre las de su estirpe, que han adquirido popularidad en el solar español. Es una creación genuina de la Mancha castellana y aunque no hay documentación fidedigna de su primitiva estructura musical, se conservan las letras, en las que se vislumbra la índole del ritmo.
Es baile de pareja y consta de los numerosos pasos pertenecientes en su mayoría a la escuela bolera y la antigua escuela española de palillos.
La letra de seguidilla sevillana consta de cuatro versos (heptasílabos primero y tercero y pentasílabos segundo y cuarto) al que se le añade un estribillo de tres versos, resultando una letra de siete versos como corresponde a la forma estrófica de la seguidilla.