Todo empezó en 1880 cuando Nicanor Rodríguez González, decide poner en marcha el obrador donde crea este hojaldre tan dulce.
Al poco tiempo la “Casa Nicanor”, como lo empieza a llamar la gente, se convierte en un lugar de paso para gran cantidad de turistas y lugareños que acuden al local a comprar este producto de pastelería, que por entonces se llamaba “Hojaldras”. Con el tiempo debido a la fama que fueron adquiriendo estas “Hojaldras” en Boñar y debido al nombre de su creador, empezarían a conocerse como Nicanores de Boñar.
Desde entonces este hojaldre artesano ha pasado a ser uno de los productos artesanos más típicos de León, ganando numerosos premios nacionales y distinciones desde entonces.
Su secreto de fabricación ha ido pasando desde 1880 de generación en generación y hoy en día sus biznietos, herederos directos, siguen comercializando en Boñar este producto con su receta original.
(Nicanores de Boñar)
Al poco tiempo la “Casa Nicanor”, como lo empieza a llamar la gente, se convierte en un lugar de paso para gran cantidad de turistas y lugareños que acuden al local a comprar este producto de pastelería, que por entonces se llamaba “Hojaldras”. Con el tiempo debido a la fama que fueron adquiriendo estas “Hojaldras” en Boñar y debido al nombre de su creador, empezarían a conocerse como Nicanores de Boñar.
Desde entonces este hojaldre artesano ha pasado a ser uno de los productos artesanos más típicos de León, ganando numerosos premios nacionales y distinciones desde entonces.
Su secreto de fabricación ha ido pasando desde 1880 de generación en generación y hoy en día sus biznietos, herederos directos, siguen comercializando en Boñar este producto con su receta original.
(Nicanores de Boñar)