Este ferrocarril, ramal de la línea de Madrid-Badajoz, da sus primeros pasos en 1919 iniciándose su explotación en 1926. Su objetivo era doble: primero, dotar de acceso ferroviario en vía ancha que comunicase las instalaciones militares de Cuatro Vientos (aeropuerto incluido) con el resto de España y permitir el transbordo de las mercancías que circulaban por el ferrocarril de vía estrecha Madrid-Almorox.
Aquellos que realizasen el servicio militar en los zapadores o en el regimiento de ferroviarios desde luego que recordaran esta línea que tuvo tráfico comercial hasta su desmantelamiento en 2002. El trazado, de vía única, incluso se electrificó allá por 1983 lo que da idea de la entidad de la línea.
Tal y como vemos, su trazado no podía ser más estratégico llegando a plantearse incluso su utilización comercial de no haberse construido el Metrosur ya que con poca obra permite conectar las dos ramas de la C-5. Pero tenía un problema claro: el paso por el barrio de San Nicasio literalmente encima de las viviendas. Ello y la decisión política de hacer todo el Metrosur subterráneo tumbaron las posibilidades de que la línea viviese una segunda juventud.
En la actualidad está convertida en bulevares y avenidas a su paso por Leganés pero aún es fácil encontrar multitud de restos de su trazado, mejor o peor conservados. Así, a la salida de la estación de Cuatro Vientos es posible ver todos los depósitos de material aún no derribados e incluso, en la zona de Los Castillos de Alcorcón existe un tramo con traviesas. El único tramo que conserva las vías y que está aún en servicio son entorno a 200 metros en la estación de Leganés que aún se usan, esporádicamente, para apartar trenes.
Aquellos que realizasen el servicio militar en los zapadores o en el regimiento de ferroviarios desde luego que recordaran esta línea que tuvo tráfico comercial hasta su desmantelamiento en 2002. El trazado, de vía única, incluso se electrificó allá por 1983 lo que da idea de la entidad de la línea.
Tal y como vemos, su trazado no podía ser más estratégico llegando a plantearse incluso su utilización comercial de no haberse construido el Metrosur ya que con poca obra permite conectar las dos ramas de la C-5. Pero tenía un problema claro: el paso por el barrio de San Nicasio literalmente encima de las viviendas. Ello y la decisión política de hacer todo el Metrosur subterráneo tumbaron las posibilidades de que la línea viviese una segunda juventud.
En la actualidad está convertida en bulevares y avenidas a su paso por Leganés pero aún es fácil encontrar multitud de restos de su trazado, mejor o peor conservados. Así, a la salida de la estación de Cuatro Vientos es posible ver todos los depósitos de material aún no derribados e incluso, en la zona de Los Castillos de Alcorcón existe un tramo con traviesas. El único tramo que conserva las vías y que está aún en servicio son entorno a 200 metros en la estación de Leganés que aún se usan, esporádicamente, para apartar trenes.
(ecomovilidad)