Este curioso faro, al que solamente se puede acceder a pie, lo encontramos en la localidad guipuzcoana de Pasajes de San Juan (Pasaia Donibane en euskera), señalizando la salida al mar Cantábrico de su puerto. Su nombre procede de los reflejos que emiten las rocas sobre las que se asienta durante las puestas de sol, que le dan un aspecto plateado. Desde aquí se puede contemplar los acantilados de la costa vasca en todo su esplendor pero lo que llama la atención del lugar es su aspecto, pues está construido simulando un encantador castillo de torres grisáceos. Es un punto muy visitado por los peregrinos del camino de Santiago que se desvían de su ruta para admirarlo.
(España Fascinante)