La de Seimiera no es la única cascada que atesoran los bosques de la Reserva de la Biosfera Eo-Oscos y Térras de Burón. A varios kilómetros, en el interior del concejo costero de Castropol, se encuentra el salto de Cioyo, de más de treinta metros de altura. La ruta de acceso, de casi tres kilómetros, comienza en las antiguas escuelas de la aldea de Vilarín y transcurre por el corazón de un frondoso bosque autóctono que finaliza a los pies de la cascada.
(Asturmix)