La singularidad de la Plaza Nueva de Bilbao se debe a la elegancia del estilo neoclásico de todo su conjunto. Se finalizó en 1849 y es una de las plazas mayores más recientes de España.
Pasearse por debajo de los arcos que sostienen los característicos edificios de 3 niveles es embriagador, especialmente los domingos cuando hay mercadillo de antigüedades. Además entre sus columnas se esconden las tabernas que ofrecen los pinchos más sabrosos de la ciudad.
Pasearse por debajo de los arcos que sostienen los característicos edificios de 3 niveles es embriagador, especialmente los domingos cuando hay mercadillo de antigüedades. Además entre sus columnas se esconden las tabernas que ofrecen los pinchos más sabrosos de la ciudad.