Se ubica en la parte central de la provincia de Tarragona. Comprende 3700 Ha de viñedos cultivados en laderas escarpadas y bancales pizarrosos de escasa fertilidad.
Su clima es netamente continental, templado y seco, con inviernos fríos y veranos calurosos, lo que no permite altos rendimientos.
Las uvas tintas cariñena y garnacha son la base de los clásicos prioratos. De estas dos variedades, sabiamente mezcladas, nacen unos tintos de color granate de sabor denso y rico, y de intenso aroma.
Hacia finales de los años ochenta, el Priorato sufrió un revolución vitivinícola con el nacimiento de los llamados nuevos prioratos, tintos concentrados y robustos, con una poderosa personalidad marcada por la pobreza de la tierra y el clima riguroso.
Entre las cepas blancas, se cultivan en esta zona las siguientes variedades: macabeo, pedro ximénez y garnacha blanca.
Aparte de los vinos blancos, rosados y tintos, se elaboran también vinos rancios envejecidos lentamente en toneles, cargados de personalidad y ricos en sensaciones, y generosos dulces y semidulces.
Los tintos de añada sometidos a crianza deben pasar, como mínimo, uno de los dos años de la crianza en envase de roble. La crianza de los rancios se efectúa durante cuatro años, como mínimo, en envase de roble.
Su clima es netamente continental, templado y seco, con inviernos fríos y veranos calurosos, lo que no permite altos rendimientos.
Las uvas tintas cariñena y garnacha son la base de los clásicos prioratos. De estas dos variedades, sabiamente mezcladas, nacen unos tintos de color granate de sabor denso y rico, y de intenso aroma.
Hacia finales de los años ochenta, el Priorato sufrió un revolución vitivinícola con el nacimiento de los llamados nuevos prioratos, tintos concentrados y robustos, con una poderosa personalidad marcada por la pobreza de la tierra y el clima riguroso.
Entre las cepas blancas, se cultivan en esta zona las siguientes variedades: macabeo, pedro ximénez y garnacha blanca.
Aparte de los vinos blancos, rosados y tintos, se elaboran también vinos rancios envejecidos lentamente en toneles, cargados de personalidad y ricos en sensaciones, y generosos dulces y semidulces.
Los tintos de añada sometidos a crianza deben pasar, como mínimo, uno de los dos años de la crianza en envase de roble. La crianza de los rancios se efectúa durante cuatro años, como mínimo, en envase de roble.
GRADUACIÓN ALCOHÓLICA Blancos 13.75-18 % vol. Rosados 13.75-18 % vol. Tintos 13.75-18 % vol. Generosos 14-18 % vol. Rancios 14-20 % vol. |