Al llegar a Aínsa verás cómo el medievo cobra vida nuevamente. En la Plaza Mayor, datada entre los siglos XII y XIII como si de un milagro se tratase, se conserva perfectamente la iglesia que preside la plaza y a ambos lados casas de época que llegan al suelo en forma de arco ojival o de medio punto. Si te fijas bien, verás que todas son diferentes pero forman un conjunto admirable en el que casi se puede palpar el ambiente de la Edad Media.
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