Con sus 21 kilómetros de longitud, este desfiladero es el más largo de toda la Península Ibérica, y con los 600 metros de profundidad en las zonas más escarpadas, tenemos asegurada la espectacularidad de este lugar natural de Cantabria.
El desfiladero empieza poco después de Unquera, y llega hasta Lebeña, donde finaliza después de la iglesia de Santa María de Lebeña, una de los mejores templos románicos de Cantabria cuya visita es más que recomendable.
En la Hermida encontraremos una gran garganta de piedra recorrida por la angosta N-621, arteria vital para el Valle de Liébana, ya que esta es su única vía directa con el mar.
Imprescindibles aquí es visitar el mirador de Santa Catalina (de los mejores de Cantabria), las pozas termales de la Hermida, y si nos gusta la aventura, la vía ferrata de la Hermida, muy divertida y con excepcionales vistas.
Sin duda, de los lugares más bonitos de la región.
(Minube)
El desfiladero empieza poco después de Unquera, y llega hasta Lebeña, donde finaliza después de la iglesia de Santa María de Lebeña, una de los mejores templos románicos de Cantabria cuya visita es más que recomendable.
En la Hermida encontraremos una gran garganta de piedra recorrida por la angosta N-621, arteria vital para el Valle de Liébana, ya que esta es su única vía directa con el mar.
Imprescindibles aquí es visitar el mirador de Santa Catalina (de los mejores de Cantabria), las pozas termales de la Hermida, y si nos gusta la aventura, la vía ferrata de la Hermida, muy divertida y con excepcionales vistas.
Sin duda, de los lugares más bonitos de la región.
(Minube)